Saturday, July 20, 2019
La Cultura y la MercancÃÂa :: Spanish Essays
La Cultura y la Mercancà a RESUMEN: Adorno and Horkheimer adopted the notion of the fetishism of commodities for the analysis of art and culture. Material, physical goods are not identical with symbolic ones. In spite of being predominant, the culture industry cannot be taken as the prototype for all analyses of culture. One cannot reduce all cultural products in the market economy to market products. The plurality of artistic and cultural practices found in countries such as Brazil calls into question the Frankfurtian framework. 1. El anà ¡lisis de la mercancà a y su fetiche, hecho por Karl Marx en El capital, es una abstraccià ³n de las relaciones de los hombres, que es una relacià ³n entre cosas. El anà ¡lisis de Marx es oriundo de la economà a polà tica, pero, no obstante, alcanza el dominio de la filosofà a. La mercancà a (y su fetiche) es una especie de "mà ³nada" del capitalismo. à ¿ De donde viene esa dimensià ³n metafà sica que domina el trabajo de los hombres y sus productos? - pregunta Marx. La mercancà a no es una mera cosa: no es aquello que aparenta ser. La adherencia de valores externos hace de ella la portadora de "sutileza metafà sica y maà ±as teolà ³gicas". (Marx, 1983: p.70) Ese procedimiento no es propio del valor de uso, en la destinacià ³n de los productos para la satisfaccià ³n de la necesidad de los hombres. Esa adherencia es propia de la forma mercancà a misma, en el momento en que el trabajo humano (que es alienado) es dado a la sociedad como mercancà a, en el valor de cambio. El fetiche de la mercancà a es la transformacià ³n del producto social en una cosa metafà sica. La mercancà a es resultado de las relaciones objetivas de produccià ³n y, en la economà a capitalista, alcanza el estatuto de mediacià ³n entre los productores: ella refracta la relacià ³n social de los hombres como una relacià ³n de objetos, o mejor, como una relacià ³n objetiva entre cosas. La forma mercancà a es la sà ntesis de la relacià ³n social que nace con el trabajo. (Marx, 1983: p.71) La mercancà a sà ³lo alcanza el fetiche gracias a la forma como es producida, o sea, en el trabajo alienado. La racionalidad del proceso de produccià ³n provoca la fragmentacià ³n y el trabajador es sà ³lo una parte de esa maquinarà a, un objeto como otro cualquiera. Una vez producida y dada a la sociedad, la mercancà a retiene una unidad de significacià ³n que no se encuentra mà ¡s en el hombre o en la relacià ³n de la produccià ³n.
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